La Dra. Ismar Tiomno Molina, se graduó como Médico General en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana. Especialista grado I en Medicina General Integral. Además de su labor asistencial estuvo ejerciendo como profesora de Morfofisiología en la carrera de Medicina durante 6 años consecutivos. Ha realizado varios estudios en la búsqueda de una mejor opción para la sanación de sus pacientes, entre ellos se encuentran el Diplomado de Medicina China Tradicional, Diplomado en Homeopatía y Terapia Floral, Diplomado en Magnetoterapia, Diplomado de Ozonoterapia, Diplomado de Gatrointestinal Advanced Practice en el Institute for Functional Medicine (IFM) de EEUU acreditado por la ACCME, Curso de interpretación de estudios especiales de Ácidos Orgánicos y Hormonales Funcionales por el laboratorio Genova de EEUU, Diplomado de Terapia Transcraneal en Campo Electromagnético Pulsado por el Centro de investigación Nibbot en CDMX, Master en Fisiología y Medicina del Sueño por la Universidad de Murcia, España.

El camino de la Dra. Ismar Tiomno en la medicina se ha guiado por el sueño de ayudar a que las personas se sanaran de verdad y conocer el funcionamiento de su cuerpo por dentro para poder ayudar a los demás partiendo del conocimiento de sí misma. Este sueño sigue vigente, por lo que ella no puede evitar cuestionarse por qué las enfermedades crónicas siguen siendo consideradas en la medicina convencional como algo incurable, ni dejar de preguntarse el por qué aparece una enfermedad y cómo poder ayudar a revertir ese proceso, sabiendo que nuestro cuerpo es un sistema maravilloso y complejo, y de esa manera hay que entenderlo y tratarlo. Sostiene que les corresponde como médicos encontrar las necesidades puntuales de cada persona, para que su sistema funcione adecuadamente, viéndolo en su totalidad, con la certeza de que el organismo sabe cómo funcionar, solo hay que aportarle lo que necesita y esforzarse en encontrar la llave de cada cerradura. 

Por eso no podría conformarse con una medicina que tiene una visión lineal y fragmentada del cuerpo, donde se suelen tapar los síntomas y no se aborda el origen del problema que ha generado la enfermedad, donde se indican tratamientos basados en el miedo de lo que ya supuestamente no tiene remedio. Se pregunta ¿Cómo conformarnos con eso? cuando somos un sistema no lineal en un cosmos individual de elementos interconectados.

Sin duda cree que hay mucho que agradecerles a todos los avances de la medicina convencional y los innumerables logros con las urgencias, pero hay que cambiar lo que vemos que no está funcionando. “Necesitamos médicos que se pregunten el ¿por qué? y el ¿cómo?, con la chispa necesaria para sentir la sanación de cada paciente como suya”.